Comunicación de crisis: planificar los problemas

enero 4, 2024

Una comunicación de crisis eficaz no es solo una herramienta para controlar los daños; es un imperativo estratégico para navegar por las complejidades del mundo interconectado y acelerado de hoy en día. En un ciclo de noticias de 24 horas y un panorama digital en constante evolución, las empresas y organizaciones se enfrentan constantemente a una gran cantidad de riesgos que tienen el potencial de interrumpir las operaciones, obstruir los objetivos críticos de la organización, manchar la reputación de la marca y dañar la confianza institucional con audiencias y grupos de interés clave.

Perfeccionar las habilidades y prácticas esenciales de comunicación de crisis es un componente vital del éxito organizativo y de campaña para garantizar que -independientemente del reto- las empresas y organizaciones estén mejor equipadas para atravesar con eficacia situaciones precarias.

Anticipar retos y problemas:

Tanto si se prepara un anuncio importante como si se lanza un nuevo producto o se gestiona el éxito diario, la identificación de posibles problemas y vulnerabilidades es un principio fundamental de la comunicación de crisis. Las evaluaciones de riesgos actualizadas se basan en el seguimiento periódico de las tendencias del sector, así como de los cambios normativos y legislativos inminentes, además de mantenerse en sintonía con las opiniones y preocupaciones cruciales de las partes interesadas. Al reconocer y examinar de forma preventiva los posibles retos, las organizaciones pueden ir un paso por delante con planes de contingencia estratégicamente diseñados que tengan en cuenta el posible impacto de diversos escenarios y aborden los problemas de forma viable antes de que se agraven.

Liderar con adaptabilidad y flexibilidad:

En una época en la que lo inesperado y lo sin precedentes se han convertido en la norma, los ajustes rápidos y ágiles son cruciales para mantenerse al tanto de los posibles peligros. La rigidez a la hora de ceñirse estrictamente a planes de comunicación predeterminados obstaculiza la capacidad de responder a panoramas dinámicos y cambiantes en tiempo real. La única constante con la que podemos contar es el cambio, que requiere estrategias de comunicación capaces de adaptarse a los problemas y situaciones emergentes. Adoptar la adaptabilidad no significa que las organizaciones deban renunciar a sus valores y objetivos, sino que les permite mantener una narrativa coherente con mensajes pertinentes y eficaces.

El éxito de la comunicación de crisis requiere una previsión diligente, pensamiento estratégico y capacidad de adaptación. En una época en la que la percepción pública es una fuerza poderosa, la comunicación de crisis no es sólo una habilidad, sino un factor clave para el éxito a largo plazo de cualquier empresa u organización.

Póngase en contacto con Nikki Cannon y Ben Jenkins si está interesado en saber más sobre cómo LSG puede ser su socio en el desarrollo de un sistema eficaz de comunicación de crisis.